jueves, 11 de julio de 2013

Pepino de mar  

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El pepino de mar también conocido vulgarmente como cohombros o carajos de mar, son una clase del filo Equinodermos que incluye animales de cuerpo vermiforme alargado y blando que vive en los fondos de los mares de todo el mundo. Se conocen desde el Silúrico, hace unos 400 millones de años. Se conocen unas 1.400 especies. Y algunas culturas se usan determinadas especies como alimento para el ser humano.

Características

Muchas especies de pepino de mar rondan los 20 cm de longitud; las holoturias más pequeñas no exceden el centímetro, mientras que las de mayor tamaño alcanzan longitudes de 5 m (Synapta maculata).
El pepino de mar es un animales de aspecto vermiforme, adaptados a la reptación y con el cuerpo de forma prismática pentagonal. Las zonas radiales van provistas de pies ambulacrales, estando más desarrollados los inferiores, que tienen función locomotora, mientras que los que se sitúan en los dos radios dorsales tienen una función sensitiva. La boca aparece rodeada de numerosos tentáculos que pueden ser simples, digitados (con proyecciones parecidas a dedos), pinnados (en forma de pluma) o peltados (aplanados y en forma de placa). Poseen un anillo calcáreo que rodea la faringe que sirve para la inserción de los músculos que mueven los tentáculos orales y los que contraen el cuerpo. En la mayoría de las especies, el esqueleto dérmico típico de los equinodermos está reducido a osículos microscópicos. Como en los demás equinodermos, el sistema vascular acuífero de los holoturoideos consiste en un anillo anterior del que parten largos canales que discurren hacia la parte posterior del cuerpo. Con excepción de los Elasipodida, poseen un madreporito que se abre en el celoma, lo que contrasta con lo que ocurre en el resto de equinodermos (y en Elasipodida) en los que el madreporito se abre al exterior.
Muchas especies, excepto los miembros de Elasipodida y Apodida, poseen árboles respiratorios usados en el intercambio de gases; se trata de tubos pareados muy ramificados unidos al intestino cerca del ano; este tipo de respiración (respiración cloacal) se da también en los equiuroideos un grupo de gusanos celomados no relacionado con los equinodermos.

Alimentación

El pepino de mar se alimenta de detritos, algas, en algunos casos de plancton.
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Distribución

Los pepinos de mar viven en casi todos los ambientes marinos, pero son más diversos las aguas tropicales poco profundas de los arrecifes coralinos. Habitan desde el medio intersticial, donde pueden quedar expuestos en la marea baja, hasta las profundas fosas oceánicas. Muchas especies viven enterradas en sedimentos blandos, siendo por tanto bentónicas; pero muchas pueden nadar, y algunas incluso son miembros del plancton, flotando a merced de las corrientes.

Reproducción

El pepino de mar se reproduce por vía sexual. Las larvas, de vida planctónica, se denominan auricularias.

Depredadores

El pepino de mar presenta varios mecanismos defensivos. Cuando algún depredador intenta atacarlo, estos animales logran sobrevivir expulsando sus vísceras para que el depredador se distraiga comiendo tales órganos, los cuales después regeneran sin problemas. Por ello cuando los niños los tocan expulan ese líquido que a los pequeños les resulta tan divertido ya que parece que expulse orina. Si están en el agua, el pepino de mar también utiliza una especie de hilos mucosos pegajosos que proyectan sobre posibles agresores para irritarlos o inhabilitarlos; además, en algunos casos contienen toxinas (holoturinas). Como defensa contra los parásitos los pepinos de mar sintetizan una proteína, llamada lectina, la cual inhibe el desarrollo de posibles parásitos; es por este motivo que desde el 2007, por métodos transgénicos, se intenta que los mosquitos y otros huéspedes de parásitos que producen enfermedades peligrosas para el ser humano puedan producir lectina (obtenida por trasplantes de cromosomas del pepino de mar); ya está demostrado que la lectina destruye en las vísceras del posible huésped los oocinetos de parásitos microscópicos como los que provocan la malaria.

Sistema regenerador

En general, los Equinodermos tienen una cierta capacidad de regenerar algunas partes corporales (podios, algún brazo…). Esto ha determinado que, en algunas especies, puedan llegar a constituir un sistema de reproducción asexual, ya que hay especies en las que un brazo amputado puede llegar a regenerar un cuerpo entero. La regeneración puede deberse a un accidente o puede usarse como un sistema de defensa del animal. En el caso de las Holutorias, desde cada árbol respiratorio se desarrollan una serie de tubos pegajosos que constituyen los TUBOS DE CUVIER. Cuando el animal es molestado, los tubos pueden ser expulsados a través del ano, creándose una maraña de tubos pegajosos que se quedan pegados al posible depredador. En este tiempo, la Holoturia puede huir. Los tubos de Cuvier pueden ser regenerados y, en ocasiones, además del árbol respiratorio, pueden llegar a expulsar el intestino o incluso hasta la gónada. (Tiene una única gónada que desemboca al exterior cerca de la boca.)

El pepino de mar en la alimentación

El pepino de mar es un plato empleado para hacer sushi en Asia, y también se comen, una vez desecados y vueltos a hidratar, en sopas, típicas especialmente en China en donde el trepang es considerado un caro manjar con fuertes poderes afrodisíacos. Por otro lado, el pepino de mar en el levante español y Cataluña se le llama espardeña y es un plato muy apreciado.

El pepino de mar y el medio ambiente

Ecológicamente, el pepino de mar y todas las subespecies desempeñan un papel fundamental: actúan como bioturbinas, transforman material orgánico en forma de grano y lo vuelven a soltar al agua en forma de nutrientes. Además, como cavan el fondo continuamente, van esparciendo el sustrato a su alrededor.
Algunas especies de holoturia pueden alojar en su ano un delgado y transparente pececillo, que a cambio de casa, se alimenta de los desechos de la holoturia manteniéndola limpia.
En este grupo de los equinodermos se ha logrado una de las más importantes conquistas de la biología moderna, el provocar la activación del desarrollo del gameto femenino por medios artificiales, sin la intervención del masculino, siguiendo métodos experimentales adecuados, proceso al que los biólogos llaman partenogénesis. Al activar el gameto femenino de los erizos de mar por medio de soluciones salinas, han llegado a fases avanzadas de su desarrollo embrionario.
El grupo de los equinodermos ha permitido a los científicos conocer fenómenos tan interesantes como la autonomía, la regeneración, la partenogénesis, por lo que su estudio representa un campo de gran interés científico; además, este grupo puede ser utilizado por los biólogos para motivar la enseñanza de tan importante ciencia como es la biología.

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