Animales extraños y pocos conocidos del planeta
El Selonodon
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Este mamífero placentario es un verdadero fósil viviente. Habita en las Antillas y es (junto con el ornitorrinco ) uno de los pocos mamíferos que poseen veneno. Existen dos especies bastante parecidas: el almiquí de Cuba (Solenodon cubanus) y el almiquí paradójico (Solenodon paradoxus), que habita en la isla de La Española (República Dominicana y Haiti). Este animal es un verdadero fósil viviente, de cuyos antepasados se han encontrado huesos que datan de hace 30 millones de años. Su saliva es venenosa: el segundo incisivo de cada lado de su mandíbula inferior tiene una ranura comunicada con una glándula venenosa, de donde proviene su nombre científico, Solenodon, "diente surcado o acanalado". Su veneno es muy activo. |
La civeta africana (Civettictis civetta) |
La civeta africana es un mamífero solitario fácilmente reconocible por el color negro con rayas blancas y manchas que cubren su grueso pelaje. Son principalmente nocturnos y pasan el día durmiendo en la vegetación densa. Este mamífero carnívoro de la familia Viverridae, habita en los bosques del África subsahariana. El "antifaz" negro que rodea sus ojos es muy similar al del mapache. Otra característica distintiva de la civeta africana son sus grandes cuartos traseros de manera desproporcionada y su cresta dorsal eréctil. Es un animal omnívoro. |
Musaraña de Santo Tome (Crocidura thomensis) |
Esta especie de musaraña pertenece a la familia de los soricidae. Se encuentran en el archipiélago de Santo Tomé y Príncipe. Se encuentra amenazada de extinción por la pérdida de su hábitat natural debido a la desforestación para construir casas y jardines. |
Zaglossus |
Son conocidos vulgarmente como zaglosos o equidnas de hocico largo. Habitan en Nueva Guinea. Existen tres especies vivientes, y cuatro extintas, aunque la filiación de algunas de ellas no está demasiado comprobada. Estos equidnas son de mayor tamaño que sus parientes los equidnas comunes, llegando hasta los 80 centímetros. Posee más pelo y menos espinas que sus parientes. Se alimentan de termitas, hormigas y lombrices. |
Pangolines (manis) |
Estos mamíferos folidotos se caracterizan por poseer grandes escamas que cubren la mayor parte de su cuerpo (un atributo inusual en los mamiferos). Se pueden encontrar en las zonas tropicales de Asia. Adoptan una forma de "bola" cuando se ven amenazados, con sus escamas sobrepuestas actuando como armadura. Al nacer, las escamas son blandas, pero se van endureciendo a medida que el animal se desarrolla. Los pangolines carecen de dientes y de la habilidad de masticar. En su lugar, abren los hormigueros y termiteros con sus poderosas garras delanteras e introducen su larga lengua. |
El calamar vampiro (Vampyroteuthis infernalis) |
Este pequeño cefalópodo (puede alcanzar los 30 cm.) de aguas profundas habita las aguas templadas y tropicales de todo el mundo. Sus filamentos sensoriales retráctiles únicos justifican el emplazamiento del calamar vampiro en su propio orden, Vampyromorphida (antes Vampyromorpha), a pesar de que comparte similitudes con los calamares y los pulpos. Como una reliquia filogenética, es el único superviviente conocido de su orden, primero descrito y erróneamente identificado como un pulpo en 1903 por el teutólogo alemán Carl Chun. Los ojos son límpidos y globulares, y de color rojo o azul, también en función de la iluminación; son proporcionalmente los más grandes del Reino Animal con 2,5 cm de diámetro. Al igual que muchos cefalópodos de aguas profundas, el calamar vampiro carece de depósitos de tinta. Si se ve amenazado, en lugar de tinta, una pegajosa nube de moco bioluminiscente formada por innumerables bolitas se expulsará desde la punta de sus brazos. Esta cortina luminosa, que puede permanecer casi 10 minutos, debe ser para confundir a los posibles depredadores y permitir escurrirse entre las sombras al calamar vampiro, sin necesidad de nadar muy lejos. Este recurso sólo se usará si el animal se ve acorralado, ya que regenerar el moco bioluminiscente es algo muy costoso desde el punto de vista metabólico. |
El cerdo hormiguero (Orycteropus afer) |
El cerdo hormiguero u oricteropo es un mamífero nativo de África. Originalmente asimilado a los osos hormigueros americanos, estudios posteriores han llegado a la conclusión de que su similitud con éstos es el resultado de convergencia evolutiva, y hoy se lo clasifica en un orden monotípico. Es de color pardo en la parte superior, y rojiza en la inferior. Llega a medir hasta 2,2 m de largo. Tiene un hocico parecido al del cerdo y garras fuertes; pasa el día dentro de madrigueras subterráneas. Son animales temerosos y solitarios. Las extremidades anteriores tienen 4 dedos y las posteriores 5 dedos. Sale a la superficie por la noche y, entonces, se sirve de su agudo sentido del olfato para rastrear hormigas y termitas, de las que se alimentan. Los cerdos hormigueros tienen también un oído muy fino, gracias a sus orejas largas y erguidas. Cuando bajan a sus madrigueras subterráneas, pliegan convenientemente sus orejas para que no les estorben la marcha. |
El gavial (Gavialis gangeticus) |
Es una especie de saurópsido del orden Crocodilia, la única del género Gavialis. Se caracteriza por un hocico muy largo y delgado, adaptación a una dieta a base de peces, ya que no sirve para cazar grandes mamíferos; podría llegar a partirse si se ejerce demasiada presión. El gavial habita en las zonas pantanosas del norte de la India. Además de su hocico llama la atención una especie de nudo o protuberancia en la punta de éste, en la zona de las fosas nasales. Aparte de eso y sus curiosos ojos saltones, el cuerpo es el de un cocodrilo, aunque las patas son más pequeñas de lo normal. Puede llegar a medir 6 metros de longitud. Pasa mucho más tiempo en el agua que la mayoría de sus parientes. |
El fosa (Cryptoprocta ferox) |
Es el carnívoro nativo más grande de Madagascar. A pesar de su fuerte parecido tanto físico como en costumbres con los cánidos y félidos, el fosa es en realidad un representante de los eupléridos. Dada la ausencia de otros mamíferos carnívoros en Madagascar, el fosa es el depredador dominante de la isla y principal cazador de los lémures después del hombre. Desciende de alguna especie de civeta que en tiempos remotos cruzó el canal de Mozambique, probablemente sobre balsas naturales de ramas y troncos arrastrados por las olas. El gran tamaño de los animales actuales (dos veces el de un gato doméstico, por lo que son los eupléridos actuales más grandes) es un claro ejemplo de gigantismo insular. En Madagascar, el fosa es tenido por un animal casi diabólico. Circulan todo tipo de leyendas sobre él advirtiendo de su supuesto peligro para los humanos, desde que es capaz de adormecer a una persona lamiéndole la cara para luego arrancarle los intestinos, hasta su supuesta fijación por raptar bebés humanos. En las zonas rurales se le acusa de matar gallinas, patos y cerdos. Por ello, no son raras las batidas para acabar con algunos ejemplares, a pesar de que la especie está protegida por el gobierno de Madagascar. La caza, unida a la destrucción de su hábitat, ha reducido enormemente su población. Fue declarado vulnerable por la IUCN en 2008, y se estima que hoy en día deben de quedar menos de 2500 ejemplares en libertad,1 algo catastrófico debido a lo poco que se sabe aún de su biología y comportamiento en su medio natural. Los fosas no son merecedores de la fama que tienen en Madagascar. Se acostumbran fácilmente a la vida en cautividad, donde se muestran dóciles y afectivos con sus dueños. |
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