jueves, 11 de julio de 2013

Diamante de Gould
Este pequeño pájaro destaca por su llamativo plumaje. Provienen del norte de Australia y tan sólo pesa entorno a los 20 gramos y tiene una longitud de entre 12 y 14 cm. Son de clima tropical y se diferencian tres especies: el de cabeza negra, cabeza roja y cabeza naranja, teniendo en común el color de pecho, que es malva, el vientre amarillo, el cuello turquesa y la espalda verde. El macho suele presentar colores más vivos que la hembra.

Son de clima tropical, por lo que son especialmente sensibles al frío y a la humedad en comparación con otros pájaros comunes. Su hábitat natural se encuentra en zonas arboladas y cercanas a ríos e incluso en lugares pantanosas. Son sociales y vivaces, aunque suelen ir en grupos poco numerosos o bien en parejas.
En su medio natural habita en praderas arboladas, próximas a cursos de agua. También lo podemos encontrar en las zonas pantanosas de los manglares y en pequeños bosques. Son animales de carácter social, que se desplazan en grupos poco numerosos o en pareja buscando insectos y espigas de hierbas.

Al final de la época invernal tiene lugar su reproducción. Por lo general, la hembra pone unos 4 ó 6 huevos que durante unos quince días serán incubados tanto por le macho como por la hembra. Necesitan una temperatura no inferior a los 20 grados, si no no pueden sobrevivir. Tan sólo a los 40 ó 45 días las crías se independizan de los padres, y entre dos y dos meses y medio hacen la primera muda. Pasados cinco meses los pollos ya tienen le plumaje adulto.

El Diamante Gould, es complicado lograr que críe en cautividad pero si encuentra pareja suelen ser muy fértiles, pero es aconsejable aportarles complementos alimenticios de calcio durante la época de reproducción. También, se recomienda instalar iluminación artificial que les proporcione un par de horas más de luz.

El principal problema con el que se encuentran es la falta de horas de luz, por lo que es aconsejable alargar dos horas la iluminación instalando un sistema artificial. También se debe tener en cuenta que no es bueno que críen más de tres veces al año, ya que los pollos nacerían demasiado débiles. Su alimentación más óptima debe basarse en una mezcla de semillas, tales como alpiste, negrillo, mijo y panizo, además de pequeños insectos.

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