El organismo de estos peces ha demostrado ser tan eficaz que apenas ha cambiado en millones de años. Su naturaleza sorprende a biólogos marinos en la actualidad.

El periódico el País comienza la nota diciendo que los mixinos provocan asco. Una pasada por google y un par de imágenes me confirman que es cierto. Con un aspecto similar a las anguilas y con grotescas estructuras que parecen dientes, esta especie provoca cualquier cosa menos “ternura”.
Pero esto no es importante. El tema es que los mixinos son verdaderamente admirables, ya que son auténticos vencedores de la evolución y por eso los biólogos marinos investigan con tanta perseverancia su enigmática existencia.
Este espécimen marino, gracias a su organismo y sus espectaculares hábitos, ha demostrado ser tan eficaz para su supervivencia que apenas ha cambiado en los últimos 300 millones de años.
Para empezar, es un vertebrado único entre los 50.000 que viven en nuestro planeta. El primero conocido que puede alimentarse por la piel y no solo ingiriendo alimentos por la boca.
Lo que parecen mandíbulas con dientes, son dos protuberancias retráctiles que empujan hacia adentro la comida; su nariz tiene un único agujero, sus ojos son muy primarios porque viven donde no hay luz y casi no los necesitan, y pueden alimentarse también a través de la piel.
Se conocen 77 especies de mixinos, que miden desde decenas de centímetros a metro y medio de largo.
Pero lo que definitivamente son misterios para los científicos son las babas que estos animales producen y su abundancia en el fondo marino.
Los mixinos cuando se están estresados, producen una baba única, hecha de una proteína que al entrar en contacto con el agua la convierte en una sustancia viscosa. Según la información que se maneja, un mixino adulto puede convertir en pegajoso gel un cubo de 20 litros de agua en cuestión de minutos. Los científicos se preguntan para qué sirve esta baba.
¿Acaso será para su capacidad para hacerse un nudo? Porque sí, los mixinos son capaces de hacerse a sí mismos un nudo, muy rápidamente, y posteriormente deshacerlo.
Investigadores neozelandeses y australianos, grabaron unas imágenes en los fondos de Nueva Zelanda, publicadas en Nature, que resuelve estos misterios y a la vez declara vencedores a los mixinos en la evolución.
Los videos muestran que los miximos también son predadores, es decir, cazan. De hecho, esta actividad la realizan, incluso cuando los peces son atrapados por cebos. Con sus cuerpos aserpentados, los mixinos, se introducen a los sedimentos y para sacar a la presa, anudan la parte del cuerpo que tienen afuera de la madriguera para hacer palanca y tiran. Gracias a esta técnica, logran su objetivo en escasos segundos.
En cuanto a las babas, según las imágenes, tienen relación a un mecanismo de defensa. Cuando un mixino es atacado por un tiburón y u otro depredador, éste expulsa un chorro de moco por sus glándulas laterales, que gelifica el agua y atasca a sus enemigos.
¿Cómo no se asfixia el mixino en su propia baba? Los científicos deducen que la costumbre de hacerse un nudo sirve también para limpiarse de su propio moco.
Ante estas observaciones los científicos concluyen: "proponemos que el éxito evolutivo de esta antigua familia, a lo largo de 300 millones de años, se debe en gran medida a su combinación única de rasgos funcionales".